Cuento relajante sobre un niño



Había una vez un pequeño niño que vivía en una casa junto al bosque. Cada mañana cuando despertaba, veía los rayos de sol entrar por su ventana iluminando su habitación. Bajaba las escaleras y su mamá ya tenía el desayuno listo. Comían juntos y luego el niño salía al patio trasero

Caminaba hasta el borde del bosque y se sentaba bajo su árbol favorito, un viejo roble con ramas bajas y gruesas. El pequeño niño disfrutaba escuchar el canto de los pájaros, el viento entre las hojas y el susurro de los arroyuelos corriendo cerca. A veces veía ardillas moviéndose por los árboles o pequeños conejos saltando por el suelo.


Después de un rato de tranquilidad y juego, el niño regresaba a casa. Su mamá solía tener la merienda lista, tal vez un emparedado caliente de mantequilla de maní y mermelada y leche con chocolate. Luego el niño ayudaba a su mamá con las tareas hogareñas, regaba las plantas o barría el piso.


Al caer la tarde, el niño disfrutaba ver el sol ponerse detrás de los árboles del bosque, llenando el cielo con luces anaranjadas y doradas. Luego cenaba con su familia y se acostaba en su cama, soñando con explorar el bosque y jugar con sus criaturas.


¿Te ayudó este cuento relajante? Puede ser parte de una vida sencilla pero calmada.