Fisioterapia e invalidez (Cuento corto)
La fisioterapeuta y la invalida: Cuento corto sobre fisioterapia e invalidez
Había una vez dos chicas jóvenes, una fisioterapista llamada Natalia y una chica inválida llamada Sofía. Sofía había sufrido un terrible accidente de tránsito hace unos meses que la dejó incapaz de moverse por sí sola. La familia de Sofía llamó a Natalia para que la ayudara a recuperarse
Desde el primer día, Natalia y Sofía conectaron inmediatamente. Natalia era muy amable y comprensiva con Sofía, y siempre encontraba la manera de hacerla reír. Con el tiempo, las dos se hicieron muy buenas amigas.
Natalia trabajó incansablemente con Sofía para ayudarla a recuperar la movilidad en sus piernas. Aunque fue un proceso difícil y doloroso, Sofía nunca se rindió y siempre confió en Natalia para ayudarla a superar los obstáculos.
Pero un día, Sofía tuvo un revés en su recuperación y se sintió muy frustrada y deprimida. Natalia se dio cuenta de que su amiga necesitaba una motivación extra para continuar con su recuperación, así que decidió planear una sorpresa.
En un día que quiso hacer especial, Natalia llevó a Sofía al parque donde tuvieron su primer paseo juntas en silla de ruedas. Esta vez, sin embargo, Natalia llevó una bicicleta adaptada para Sofía, que le permitiría pedalear con sus piernas y sentir la brisa en su rostro.
Sofía se emocionó hasta las lágrimas y juntas dieron un paseo por el parque. Natalia vio la felicidad en los ojos de Sofía y supo que había hecho lo correcto. Desde ese día en adelante, Sofía se dedicó aún más a su recuperación, sabiendo que tenía a una amiga que creía en ella y la apoyaría en todo momento.