La rabia del niño (Cuento corto)
La rabia del niño: La desobediencia mortal (Cuento corto)
Había una vez un niño llamado Max que vivía en un pequeño pueblo cerca del bosque. Sus padres siempre le habían advertido que no fuera a jugar solo en las zonas boscosas, ya que era peligroso y podría sucederle algo terrible. Pero Max no hacía caso y se escapaba a menudo a jugar allí
Un día, mientras jugaba en el bosque, Max vio algo que le llamó la atención. Un mono herido tirado en el suelo. Max sintió lástima por el animal y se acercó para tocarlo. Pero en un instante, el mono lo mordió.
Max no se preocupó demasiado por la mordida. Pensó que solo era una pequeña herida y que no pasaría nada. Pero lo que no sabía era que el mono estaba infectado con la rabia.
Con el paso de los días, Max comenzó a sentirse mal. Tenía fiebre, dolores de cabeza y de estómago, y le costaba dormir por las noches. Pero seguía sin decir nada a sus padres, temiendo que lo regañaran por haber desobedecido sus órdenes.
Pero la situación empeoraba cada vez más. Max comenzó a tener alucinaciones y a actuar de manera extraña. Sus padres finalmente se dieron cuenta de que algo andaba mal y lo llevaron al médico.
El diagnóstico fue claro: Max había contraído la rabia. Sus padres se llenaron de miedo al escucharlo. Sabían que la rabia era una enfermedad mortal y que no había cura.
Los días pasaron y Max empeoraba rápidamente. Su cuerpo estaba debilitado y su mente confusa. Finalmente, después de una larga batalla, Max falleció.
La tragedia de Max fue un duro golpe para su familia y para todo el pueblo. Pero también fue una lección para todos los niños que se aventuraban en el bosque sin precaución. La desobediencia a las advertencias podía tener consecuencias terribles y, en este caso, la enfermedad conocida como rabia se llevó a un niño.