Un cuento relajante: Un momento de quietud

 


Un momento de quietud

María disfrutaba caminar en el pequeño parque cerca de su casa. Le gustaba especialmente la zona rodeada de árboles altos que proveían mucha sombra. Casi siempre fue silencioso y pacífico.


Un día, después del trabajo, María decidió visitar su parque favorito. Había tenido una semana larga y estresante y anhelaba un momento de calma y tranquilidad.


Caminó por el sendero que conducía a la zona bajo los árboles. Se sentó en una banca de madera que daba al pequeño estanque. Observó las ranas saltando entre las hojas flotantes y a un pato tranquilo nadando en círculos. Escuchó a las aves cantando en las copas de los árboles.


María cerró sus ojos y respiró profundamente varias veces, sintiendo el aire fresco llenar sus pulmones. Dejó de lado sus preocupaciones y pensamientos estresantes y se enfocó sólo en los sonidos tranquilizadores a su alrededor.


Después de un rato de simplemente estar sentada allí, sintiéndose parte de la quietud de la naturaleza que la rodeaba, María se dio cuenta que gran parte de su ansiedad y tensión se habían desvanecido. Había encontrado un momento para rejuvenecer y recargar sus baterías.


María sonrió, contenta por ese tranquilo rincón del parque al que solía regresar para encontrar calma interior y renovación. Se levantó sintiéndose renovada y lista para enfrentar el resto de su semana con una mente más serena.