Shintaro el enamorado

 

Shintaro estaba profundamente enamorado de Azumi, una joven hermosa y popular en su escuela. Después de meses de cortejo, Azumi aceptó ser su novia, lo que lo llevó a los cielos. Sin embargo, su felicidad no duró mucho, ya que después de solo unos días, Azumi lo dejó por otro chico más guapo y popular en la escuela.

El corazón roto de Shintaro no pudo soportar el dolor de ser rechazado y tuvo pensamientos suicidas. Un día, mientras estaba sentado en el puente de la ciudad, estaba a punto de arrojarse al agua cuando escuchó un ruido fuerte y desagradable. Al volverse, vio a un borracho viejo que había soltado un pedo cerca del puente.

El estruendo y el olor repulsivos del pedo fueron tan fuertes que Shintaro perdió el equilibrio y cayó al agua. Pero salió fácilmente del agua.

Shintaro estaba molesto consigo mismo por no haber podido cumplir con su intención de suicidarse. A pesar de todo lo que había sufrido, el hecho de que las cosas le salieran tan mal incluso en un momento tan desesperado lo dejó frustrado y confundido.

Shintaro salió del agua y se secó lo mejor que pudo con su camisa. Mientras se encontraba en el camino, escuchó gritos desesperados que decían "Komimaru, Komimaru". Al volverse, vio a un enorme perro corriendo hacia él con una expresión agresiva.

Shintaro, que había estado luchando con sus sentimientos y pensamientos negativos, se sorprendió al instinto de huir que surgió en él al ver al perro. Corrió lo más rápido que pudo tratando de escapar del peligroso animal.

Después de escapar del peligroso perro, Shintaro se enojó profundamente consigo mismo por haber reaccionado de manera tan exagerada. Caminó por el camino, y tomó una piedra en su mano. Sin pensarlo, arrojó la piedra contra un árbol.

Al escuchar un ruido extraño, Shintaro se acercó y vio que un pájaro había caído del árbol. Al verlo muerto, se sintió entristecido y culpable.

Shintaro se comenzó a dar cuenta de que necesitaba aprender a controlar sus emociones y a no actuar impulsivamente. 

Shintaro se sintió profundamente enojado y triste después de haber herido al indefenso pájaro. La culpa y el remordimiento lo consumieron, haciéndolo sentir más triste que antes. Su mente volvió a centrarse en los pensamientos suicidas que había tenido anteriormente.

Shintaro se arrojó al medio de la calle, sin importar que lo atropellaran. Sin embargo, los vehículos que pasaban lograron evitarlo.

Esa experiencia lo dejó atónito y un poco confundido. Por un lado, sintió alivio de que no lo hubieran atropellado, pero por otro lado, se sintió más frustrado y desesperanzado de que no pudiera encontrar la muerte que tanto anhelaba.

Shintaro regresó a su casa en silencio, lleno de confusión y dolor. Pasaron los años y, a pesar de los momentos difíciles, Shintaro continuó adelante. Con el tiempo, comenzó a salir más y a involucrarse en actividades que le gustaban.

Una tarde, mientras paseaba por la ciudad, conoció a Akane, una chica amable y cariñosa. Aunque al principio tuvo miedo de involucrarse debido a sus experiencias pasadas, Akane lo ayudó a superar sus temores.

Con el tiempo, Shintaro y Akane se convirtieron en una pareja estable y comenzaron a pensar en tener una familia. Un día, Akane le anunció que estaban esperando un bebé. Cuando nació su hijo, Haruto, Shintaro se sintió completamente transformado. La alegría de tener a su familia lo llenó de alegría.

Aunque nunca olvidó a Azumi o el dolor que había sufrido, Shintaro se dio cuenta de que la vida era demasiado corta para perderse en el pasado. Ahora, con Akane y Haruto a su lado, Shintaro se enorgullece de haber superado sus obstáculos y de haber encontrado el valor para continuar.